La boda de Alba y Raúl fue un susurro entre árboles.
Una celebración que parecía brotar directamente de la naturaleza, donde cada mesa, cada luz y cada flor se integraban en un entorno que invitaba a respirar despacio.
Desde el principio, ellos soñaban con un escenario que se sintiera vivo: un bosque íntimo, cálido y lleno de magia. Y así lo hicimos. Levantamos un espacio que no solo acogía a los invitados, sino que los envolvía. Las estructuras de madera, la iluminación suave, los centros salvajes y la decoración orgánica crearon un ambiente que parecía sacado de un cuento… pero un cuento real, suyo.
Y ese es el regalo de esta boda. Que te invita a entrar, a observar y a sentir.
Así que, bienvenidos al portfolio de Alba y Raúl.
Bienvenidos a un bosque vivo.












